miércoles, 31 de octubre de 2012

Benedicto XVI preside Solemnidad de Todos los Santos y 500 años de la bóveda de la Capilla Sixtina

CIUDAD DEL VATICANO (http://catolicidad.blogspot.com - Octubre 31 de 2012).  A las 18:00 horas de hoy miércoles 31 de Octubre, en la Capilla Sixtina, el Santo Padre Benedicto XVI presidirá la Solemnidad de Todos los Santos así mismo celebrará las Primeras Vísperas del 500° aniversario de la inauguración de la bóveda de dicha Capilla.

El Libro para la Celebración se encuentra disponible en:
http://www.vatican.va/news_services/liturgy/libretti/2012/20121031.pdf

Audiencia General del Santo Padre: "La iglesia es el lugar de transmisión de la fe"


CIUDAD DEL VATICANO, 31 Octubre 2012 (VIS).- En la tradicional Audiencia General de los miércoles celebrada a las 10.30 horas en la Plaza de San Pedro, el Papa Benedicto XVI, continuando la catequesis sobre la fe católica, partió esta vez de algunas preguntas: “¿Tiene la fe sólo un carácter personal, individual?, ¿Vivo la fe sólo?”.

“Ciertamente -dijo el Pontífice a los fieles- el acto de fe es eminentemente personal, es una experiencia íntima que marca un cambio de dirección, una conversión personal (...) Pero este creer no es el resultado de una reflexión solitaria (...) sino el fruto de una relación, de un diálogo (...) con Jesús que me hace salir de mi “yo” (...) para abrirme al amor de Dios Padre. Es como un renacer en que me descubro unido no sólo a Jesús, sino también a todos los que han recorrido y recorren el mismo camino, y este nuevo nacimiento, que empieza con el bautismo, prosigue a lo largo de toda la existencia”.

Sin embargo, observó el Santo Padre, “la fe personal no puede construirse sobre un diálogo privado con Jesús porque la fe me la da Dios a través de una comunidad creyente que es la Iglesia y me inserta en la multitud de creyentes en una comunión que no es sólo sociológica, sino radicada en el amor eterno de Dios (...)El catecismo de la Iglesia Católica lo resume de forma clara : “Creer es un acto eclesial. La fe de la Iglesia precede, genera, sostiene y nutre nuestra fe. La Iglesia es la Madre de todos los creyentes”.

Al principio de la aventura cristiana, cuando el Espíritu Santo desciende sobre los discípulos el día de Pentecostés “la Iglesia naciente recibe la fuerza para cumplir la misión que le confió el Señor resucitado: difundir en todos los rincones de la tierra el Evangelio; la buena noticia del Reino de Dios y guiar así a todos los hombres al encuentro con El, a la fe que salva (...) Inicia así el camino de la Iglesia, comunidad que difunde este anuncio en el tiempo y en el espacio, comunidad que es el Pueblo de Dios (...) y cuyos miembros no pertenecen a un particular grupo social o étnico: son hombres y mujeres procedentes de todas las naciones y todas las culturas. Es un pueblo “católico” que habla lenguas nuevas, abierto universalmente para acoger a todos, más allá de las fronteras, derribando todas las barreras”.

“La Iglesia, desde el principio, es el lugar de la fe, el lugar de la transmisión de la fe (...) Hay una cadena ininterrumpida de vida de la Iglesia, de anuncio de la Palabra de Dios, de celebración de los Sacramentos, que llega hasta nosotros y que llamamos Tradición; ella nos da la garantía de que lo creemos es el mensaje original de Cristo, predicado por los apóstoles (...) En la comunidad eclesial la fe personal crece y madura”.

Para ilustrar este punto S.S. Benedicto XVI explicó que en el Nuevo Testamento el término “santos” designa a los cristianos en su conjunto y “ciertamente -dijo- no todos tenían las cualidades para ser declarados santos por la Iglesia”. Este apelativo significaba que “aquellos que tenían fe (...) en Cristo resucitado estaban llamados a ser un punto de referencia para todos los demás, poniéndolos así en contacto con la persona y con el mensaje de Jesús que revela el rostro de Dios vivo (...) Esto es válido también para nosotros: un cristiano que, poco a poco, se deja guiar y plasmar por la fe de la Iglesia, a pesar de sus debilidades, sus límites y dificultades, es como una ventana abierta a la luz del Dios vivo, que recibe esta luz y la refleja en el mundo”.

“La tendencia, tan difundida hoy, a relegar la fe a la esfera privada contradice su misma naturaleza. Necesitamos a la Iglesia para confirmar nuestra fe y para experimentar juntos los dones de Dios (...) En un mundo donde el individualismo parece regir las relaciones entre las personas, haciéndolas cada vez más frágiles, la fe nos llama a ser Pueblo de Dios, a ser Iglesia, portadores del amor y de la comunión de Dios para todo el género humano”, finalizó el Santo Padre.

S.S. Benedicto XVI reza por las víctimas del huracán Sandy


CIUDAD DEL VATICANO, 31 Octubre 2012 (VIS / http://catolicidad.blogspot.com).- “Preocupado por la devastación que ha causado el huracán que se ha abatido recientemente sobre la costa oriental de Estados Unidos de América, rezo por las víctimas y manifiesto mi solidaridad a todos los que se dedican a las tareas de reconstrucción”, dijo el Papa Benedicto XVI al final de la catequesis de la Audiencia General.

Posteriormente saludó a los peregrinos en francés, inglés, alemán, español, portugués, polaco, árabe, croata e italiano.

Estas fueron sus palabras en castellano:

“Queridos hermanos y hermanas:

Continuamos nuestra meditación sobre la fe católica partiendo de algunas preguntas: ¿Tiene la fe sólo un carácter personal, individual?, ¿me interesa sólo a mí?, ¿la vivo solo?
La fe es un acto eminentemente personal, es una experiencia íntima. Yo «creo», pero mi creer no es el resultado de una reflexión solitaria, sino el fruto de una relación con Jesús, en la que la fe me viene dada por Dios a través de la comunidad creyente que es la Iglesia. La fe nace en la Iglesia, conduce a ella y en ella se vive. Tenemos necesidad de la Iglesia para confirmar nuestra fe y hacer experiencia de los dones de Dios: la Palabra, los sacramentos, la gracia y el testimonio del amor. Ella nos da la garantía de que lo que creemos es el mensaje originario de Cristo, predicado por los Apóstoles.

Saludo a los peregrinos de lengua española, en particular a los miembros de la Asociación "Mensajeros de la Paz", que están celebrando las bodas de oro de su fundación, invitándolos a que, arraigados cada vez más en Cristo, continúen siendo heraldos de la misericordia de Dios entre las personas más desprotegidas. Saludo también a los demás grupos provenientes de España, Argentina, México y otros países latinoamericanos. En un mundo aparentemente dominado por el individualismo, la fe nos llama a ser Iglesia, portadores del amor de Dios para todo el género humano. Muchas gracias”.

“En el contexto del mes del Rosario, que llega a su fin, y de la Solemnidad de Todos los Santos que celebraremos mañana - afirmó, dirigiéndose a los peregrinos polacos- demos gracias a Dios por el Año de la Fe y también por el Sínodo de los Obispos y sus orientaciones sobre la nueva evangelización”.

En árabe dijo:

الْبَابَا يَصْلِي مِنْ أَجَلْ جَمِيعَ النَّاطِقَيْنِ بِاللُّغَةِ الْعَرَبِيَّةِ... لِيُبَارِكُكَ الرَّبّ جَمِيعَكُمْ  “El Papa reza por todas las personas de lengua árabe. Dios los bendiga a todos”.

Por último, saludó en italiano a los Rectores de las Universidades católicas que se reúnen estos días en Roma, pidiendo que la peregrinación a las tumbas de los apóstoles refuerce en ellos “el sentido de pertenencia a la Iglesia”.

La Audiencia General concluyó con el canto del Pater Noster y la Bendición Apostólica impartida por S.S. Benedicto XVI.

Nombramientos de Benedicto XVI (Miércoles 31 de Oct.)


CIUDAD DEL VATICANO, 31 Octubre 2012 (VIS).- En otros Actos Pontificios este miércoles el Santo Padre Benedicto XVI ha nombrado:

* Monseñor Pedro Vásquez Villalobos como Obispo de Puerto Escondido en México.

Datos Estadísticos:  Superficie 13,221; población 496,000; católicos 450,000; sacerdotes 45; religiosos 53. 

El obispo electo nació en Huisquilco (México) en 1950 y fue ordenado Sacerdote en 1975. 

Ha sido vicario parroquial y párroco de San Agustín en Tototlán (1990-1996) y Santa Maria Guadalupe en Arandas (1996-2010); Coordinador de la Fraterna Asistencia y Seguro Social para los sacerdotes diocesanos y desde 2010 vicario general. Es miembro del Consejo Presbiterial y del Colegio de Consultores.

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* Reverendo Peter Parapullil como Obispo de Jhansi en India.

Datos Estadísticos:  Superficie 29,418; población 8'233,914; católicos 3,936; sacerdotes 54; religiosos 236. 

El Obispo electo nació en 1949 en Perumanoor (India). Estudió Filosofía en el seminario de Alwaye y más tarde pasó al St. Joseph’s Seminary de Allahabad. Ha conseguido un B.A. ed un M.A. en Literatura Inglesa en la Buldelkhand University y un Diploma en Social and Religious Communication en la Universidad Gregoriana, de Roma, frecuentando también un breve seminario de la misma materua en el Crec Avex Lyon, Francia. Obtuvo un B.A. en Educación en la Annamalai University. 

Fue ordenado Sacerdote en 1976 y después de la ordenación ha desempeñado las siguientes funciones: ayudante parroquial en Pakdilpur Mission y St. John, Lashkar; de 1981 a 1982 rector de la Escuela Apostólica; de 1982 a 1992 procurador y rector del santuario de San Judas en Jhansi; director del Social Work (1993-1999); miembro de Caritas India (1994-1998); (1998-1999)director del Sector Comunicaciones; secretario del obispo y responsable de la Pastoral y Archivista de la Curia (1999-2005); Vice Presidente di Uttar Pradesh Utaranchal di SIGNIS India, (2003) desde 2005 es vicario general de Jhansi de cuya catedral ha sido párroco entre 2006-2012. Desde el 2012 es presidente del Christ the King College di Jhansi.
                       
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* Reverendo Robert Herman Flock Bever como Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de Cochabamba en Bolivia.

Datos Estadísticos:  Superficie 32,306; población 1'668,000; católicos 1'534,000; sacerdotes 307; religiosos 1.295; diáconos permanentes 28. 

El Obispo electo nació en Sparta (E.U.A) en 1956. Frecuentó el Edgewood College, en Madison (EE.UU), entre 1974-1976 y el St. Francis Seminary, en Milwaukee, entre 1976-1978, consiguiendo el Bachillerato en Bellas Artes - Psicologia y en Teología. Se licenció en Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana en Roma. 

Fue ordenado Sacerdote en 1982 y desde su ordenación ha sido vicario cooperador de las parroquias St. Patrick, en Onalaska (1982), Our Lady of Peace, en Marshfìeld (1983) y capellán asesor del Columbus High School en la misma ciudad; párroco de St. Stephen, en Chili (1985). En 1988, llega a la archidiócesis de Santa Cruz de la Sierra en Bolivia como sacerdote “fidei donum” desempeñando las siguientes funciones: 1988 vicario cooperador de la parroquia "La Santa Cruz"; 1989-2000: responsable de la Pastoral Vocacional. Desde el 2000 párroco de"La Santa Cruz"; 1997-2001: Secretario ejecutivo de la Comisión del Sínodo archidiocesano; 1997-2003; vicario episcopal de la vicaria "San Lorenzo"; 2003-2012: vicario general de la Arquidiócesis. Actualmente es responsable de la formación de los nuevos sacerdotes de la misma Arquidiócesis.

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* Reverendo René Leigue Cesari, como Obispo Auxiliar de Santa Cruz de la Sierra en Bolivia.

Datos Estadísticos:  Superficie 50,000; población 2'338,000; católicos 1'842,000: sacerdotes 197; religiosos 773; diáconos permanentes 5. 

El Obispo electo nació en 1967 en la Comunidad Nuevo Horizonte (Bolivia). Estudió Filosofía en el Seminario Mayor Arquidiocesano "San Lorenzo" de Santa Cruz de la Sierra donde consiguió el Bachillerato en esa materia. Estudió Teología en el Seminario Mayor Nacional "San José" de Cochabamba y obtuvo el Bachillerato en Teología en el Instituto Superior de Estudios Teológicos (ISET). Completó la formación teológica en los años 2003-2004, en la Pontificia Academia Alfonsiana de Roma donde se licenció en Teología Moral. 

Fue ordenado Sacerdote en 1999 y desde entonces ha sido vicario parroquial de la "Santísima Trinidad" (1999-2001); párroco de "Cristo Misionero", 2001-2002 y de "San José Obrero", 2005-2012; director de estudios en el Seminario Mayor Arquidiocesano "San Lorenzo"2006-2012. Actualmente es párroco de "Nuestra Señora de Fátima".

Casi 2,300 niños y adolescentes desaparecidos desde 2010 continúan en paradero desconocido


Ciudad de Guatemala (Agencia Fides, 31/10/2012) - En Guatemala al menos 2.300 niños y adolescentes de los 4.955 desaparecidos en los últimos 21 meses, continúan en paradero desconocido a pesar de las numerosas señalaciones. Estos datos emergen de las estadísticas de la organización, compuesta por varias instituciones públicas, que trabaja para tutelar la ley que en 2010 creó Alerta AlbaKeneth con el objetivo de recuperar a las niñas, niños y adolescentes secuestrados, o desaparecidos antes de que sufran daños físicos o sean llevados fuera de su país de origen. 

Con respecto al 2011 las denuncias han aumentado, se han registrado 2.964 casos desde enero hasta septiembre de 2012 en comparación con los 1.991 de los doce meses precedentes. Del total de los 4.955 desaparecidos en los últimos 21 meses, casi la mitad, el 47,37 % (2.347) todavía sigue sin saberse donde están. Continúan las señalaciones de los 1.429 casos registrados entre enero y septiembre, la mayor parte de los cuales (1.001) corresponden a niñas. A los 1.429 del 2012, se suman los 918 del 2011 que siguen en paradero desconocido.

"Historias de cerca para escucharse lejos": concurso para promover las emisoras de radio


Quito, Ecuador (Agencia Fides, 31/10/2012) - La Asociación Mundial de Radios Comunitarias de América Latina y el Caribe (AMARC ALC), la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER) y la Asociación Cultural Bostezo, han invitado a las radios comunitarias, las emisoras populares y educativas y colectivos de comunicación de los países de Latinoamérica a participar en el Premio latinoamericano de producción radiofónica "Historias de cerca para escucharse lejos".

Según la nota enviada de la ALER a la Agencia Fides, el objetivo de la convocatoria es difundir internacionalmente la labor social y cultural de estas emisoras y grupos así como incentivar la producción de programas radiofónicos para difundirlos a través de emisoras españolas y latinoamericanas.

Cada participante del concurso puede presentar un breve programa donde da a conocer aspectos sociales, medioambientales y/o culturales de su comunidad o municipio, que será retransmitido a través de canales radiofónicos internacionales. Los temas deben presentar una situación real relativa a los siguientes ámbitos: Ambiente, Cultura, Emisoras de radio y derecho a la comunicación, Migración y fronteras, Derechos humanos y paz.

Iglesia boliviana invita a los niños a recuperar el valor del mast'aku


Cochabamba, Bolivia (Agencia Fides, 31/10/2012) - Con motivo de la conmemoración de los difuntos, la Iglesia católica de Bolivia ha invitado a los niños y niñas a participar del tradicional mast'aku (tendido ritual andino de tributo a los muertos), desde el mediodía del jueves hasta el viernes a la misma hora. El objetivo de la iniciativa es de rescatar valores religiosos y culturales. Cerca del altar de la Pasión, en la Catedral metropolitana de Cochabamba, estará preparado el mast'aku, donde los niños podrán rezar y cantar a las almas de sus seres queridos queridos y podrán vestirse de ángeles y santos.

Por los cantos y oraciones, los niños recibirán golosinas, las tradicionales misk'i bolas y otros dulces. Este espacio de oración para rezar por las almas de nuestros difuntos mira a educar a los niños en valores de la fe y del amor de Dio. Con la participación de los niños, los organizadores pretenden recuperar la sensibilidad humana y el respeto por la vida y la muerte.

El mast'aku consiste en la comida que más le gustaba al difunto en la vida, su pasado y su relación con los demás. Las nuevas almas o almas Mosoj, como se las conoce en el mundo andino, son los que han muerto hace menos de un año, por los que se preparan grandes mesas a la espera de su visita. Según la tradición andina, el alma del difunto tarda alrededor de un año en llegar a la última demora y visto que todavía vaga por el mundo terreno, se le deben ofrecer todas las comidas que le gustaban mientras estaba en vida.

Brasil lanza el VIII Mutirão de la Comunicación, que se puede seguir en la web


Natal, Brasil (Agencia Fides, 31/10/2012) - La Conferencia "Comunicación y participación ciudadana: medios y procesos", presentada por el padre Ermanno Allegri de la Agencia Adital, en Fortaleza (CE), se inaugura hoy 31 de Octubre, el VIII Mutirão brasileño de comunicación (Muticom). La sede es el Auditorio del Laboratorio de Comunicación de la Universidad Federal de Rio Grande do Norte (UFRN), en Natal.

Según la información enviada a la Agencia Fides, el acto inaugural también incluye la presentación de la programación completa de los cinco días del evento. También hoy, la Radio Rural Natal emitirá un programa especial sobre el Muticom que será retransmitido por una cadena de otras emisoras de radio en varios estados de Brasil. El VIII Mutirão realizará sus últimas sesiones de conclusión del 27 de octubre al 1 de noviembre de 2013, siempre en la UFRN. El evento ha sido organizado por la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), por Signis Brasil, por la Archidiócesis de Natal, entre otras instituciones, además de ser un proyecto promovido por la UFRN. 

El Mutirão brasileño de la comunicación nació como una continuidad de los Congresos Brasileños de la Comunicación Social, promovidos por la Unión brasileña de comunicación (UCBC) ya en 1970, y continua en el tiempo. El lanzamiento de la iniciativa se realiza mucho tiempo antes para promover la participación y organizar bien la reunión final.

El objetivo del Muticom es reunir a los comunicadores, investigadores, educadores, agentes de pastoral y otros profesionales para debatir y reflexionar juntos sobre las políticas de comunicación social que existen en la actualidad, a través de una variedad de temas. La novedad de este año es la posibilidad de asistir a la apertura y a los diversos eventos de preparación al encuentro a través de las redes sociales.

Links: 
El sitio del 8 Mutirão
http://muticom.com.br

Al cementerio vía web: para los filipinos emigrados una "visita virtual" a los difuntos


Manila, Filipinas (Agencia Fides, 31/10/2012) - Una "visita virtual" a través de la web al cementerio, con oraciones por los propios difuntos, el audio de una meditación, la posibilidad de dejar una ofrenda: es una iniciativa puesta en marcha por la Oficina para las Comunicaciones Sociales de la Conferencia Episcopal de Filipinas, y que está dirigida especialmente a los migrantes filipinos en el extranjero, con motivo de las celebraciones del 1 y 2 de noviembre, cuando la Iglesia celebra la fiesta de Todos los Santos y la Conmemoración de los Difuntos.

La iniciativa, explica a la Agencia Fides la Oficina de los Obispos Filipinos encabezado por Mons. Pedro Quitorio, surge de la conciencia de que los trabajadores filipinos en el extranjero son más de 8 millones, y aumentan cada año. Son en su mayoría católicos fervientes y además son también un potencial para la evangelización de las Iglesias de los países occidentales y los países árabes.

Las fiestas de los primeros días de noviembre son muy celebradas por la población católica filipina y el hecho de estar lejos de su hogar y de su familia, no pudiendo visitar a sus seres queridos, es un gran sufrimiento para los emigrantes. Los Obispos han buscado una solución que, gracias a las nuevas tecnologías, pudiese cumplir con este requisito y "acortar las distancias". 

De ahí nació la página web www.undasonline.com ("Undas" es el término en lengua local para indicar las fiestas de noviembre), donde los fieles en el extranjero pueden realizar un viaje virtual al cementerio para visitar las tumbas de sus seres queridos, permaneciendo en comunión de oración con ellos. 

En referencia a la fiesta de Todos los Santos y los Fieles Difuntos, Mons. Quitorio añade que estos momentos no se deben explotar para la campaña electoral de 2013, y pide a los políticos filipinos que no los instrumentalicen para obtener ventajas: por lo tanto, afirma el Obispo, no se deberían poner carteles, pancartas y materiales de la campaña en los alrededores de los cementerios, ni hacer campaña electoral en las iglesias.

Estudiantes católicos piden a las autoridades el reconsiderar la expulsión del Mons. Russo


N'Djamena, Chad (Agencia Fides, 31/10/2012) - La Asociación de estudiantes católicos del Chad (Jeunesse étudiante catholique - JEC) ha pedido al gobierno de N'Djamena que reconsidere la expulsión del país de Su Exc. Mons. Michael Russo, Obispos de Doba, a causa de su sermón, transmitido por radio, en el que criticaba la gestión de los ingresos petroleros del país.

El ponente general de la JEC, Grégoire Djimsangar, en una entrevista con Radio France International (RFI) ha invitado a los líderes religiosos de todas las confesiones y a la comunidad nacionales e internacional a apoyar al Obispo. "Todo lo que Mons. Russo dijo es verdad - dice el representante de la JEC -. Si se hace un viaje por el sur de Chad, se pueden constatar los efectos negativos, sobre todo en materia de medio ambiente, causados por la explotación del petróleo. La población es extremadamente pobre. Se han construido algunas escuelas, pero por lo demás no hay nada".

Chad exporta 120,000 barriles de petróleo al día a través de un oleoducto que fue construido con fondos proporcionados por algunas organizaciones internacionales sobre la base del compromiso de las autoridades locales de invertir el 70% de los ingresos petroleros en proyectos de reducción de la pobreza. Un compromiso que se ha ignorado en gran medida, de acuerdo a las investigaciones realizadas por diversos organismos internacionales, demostrando que con los fondos del petróleo se han comprado armas en lugar de iniciar proyectos de desarrollo.

El último cristiano que quedaba en el centro de Homs asesinado; el convento de los Jesuitas dañado


Homs, Siria (Agencia Fides, 31/10/2012) - El último cristiano que quedaba en el centro de Homs, después de la evacuación de la población civil, ha sido asesinado. Elías Mansour, de 84 años, cristiano greco-ortodoxo, no había querido dejar su casa, en la calle de Wadi Sayeh, porque tenía que cuidar de su hijo discapacitado Adnane, a pesar de que sabía que su vida estaba en peligro. El área de Wadi Sayeh - habitada por cristianos y musulmanes sunitas - se encuentra todavía en el centro de los combates entre el ejército y los rebeldes. Los rebeldes están atrincherados en los barrios de Khalidiyeh, Bad Houd, Bustan diwan, Hamidiyah, hasta las calles de Wadi Sayeh y Ouret al Shayyah. 

Las fuerzas del ejército regular los rodean. Según ha informado a la Agencia Fides un sacerdote greco-ortodoxo, Elías Mansour fue asesinado ayer. Unos días antes dijo que no saldría de su casa por ninguna razón y que si llegaban los rebeldes, "les recordaría los Diez Mandamientos y las Sagradas Escrituras". El funeral se celebrará hoy en una iglesia ortodoxa. Un sacerdote ortodoxo está tratando de localizar al hijo, que es discapacitado y no se sabe que le ha sucedido. 

Mientras tanto, como informaron fuentes de Fides, esta mañana, el convento de los jesuitas en el distrito de Hamidiyah ha sido alcanzado por los combates que tienen lugar a diario. La estructura ha sufrido algunos daños menores pero no hay víctimas. Los jesuitas y las personas desplazadas han experimentado momentos de miedo, pero están bien.

martes, 30 de octubre de 2012

BENEDICTO XVI: Homilía (Oct. 28), Audiencia (Oct. 24), Ángelus (Oct. 21) y Discurso (Oct. 20)



HOMILÍA DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
Basílica Vaticana
Domingo 28 de Octubre de 2012


Venerables hermanos,
ilustres señores y señoras,
queridos hermanos y hermanas


El milagro de la curación del ciego Bartimeo ocupa un lugar relevante en la estructura del Evangelio de Marcos. En efecto, está colocado al final de la sección llamada «viaje a Jerusalén», es decir, la última peregrinación de Jesús a la Ciudad Santa para la Pascua, en donde él sabe que lo espera la pasión, la muerte y la resurrección. Para subir a Jerusalén, desde el valle del Jordán, Jesús pasó por Jericó, y el encuentro con Bartimeo tuvo lugar a las afueras de la ciudad, mientras Jesús, como anota el evangelista, salía «de Jericó con sus discípulos y bastante gente» (10, 46); gente que, poco después, aclamará a Jesús como Mesías en su entrada a Jerusalén. Bartimeo, cuyo nombre, como dice el mismo evangelista, significa «hijo de Timeo», estaba precisamente sentado al borde del camino pidiendo limosna. Todo el Evangelio de Marcos es un itinerario de fe, que se desarrolla gradualmente en el seguimiento de Jesús. Los discípulos son los primeros protagonistas de este paulatino descubrimiento, pero hay también otros personajes que desempeñan  un papel importante, y Bartimeo es uno de éstos. La suya es la última curación prodigiosa que Jesús realiza antes de su pasión, y no es casual que sea la de un ciego, es decir una persona que ha perdido la luz de sus ojos. Sabemos también por otros textos que en los evangelios la ceguera tiene un importante significado. Representa al hombre que tiene necesidad de la luz de Dios, la luz de la fe, para conocer verdaderamente la realidad y recorrer el camino de la vida. Es esencial reconocerse ciegos, necesitados de esta luz, de lo contrario se es ciego para siempre (cf. Jn 9,39-41).
Bartimeo, pues, en este punto estratégico del relato de Marcos, está puesto como modelo. Él no es ciego de nacimiento, sino que ha perdido la vista: es el hombre que ha perdido la luz y es consciente de ello, pero no ha perdido la esperanza, sabe percibir la posibilidad de un encuentro con Jesús y confía en él para ser curado. En efecto, cuando siente que el Maestro pasa por el camino, grita: «Hijo de David, Jesús, ten compasión de mí» (Mc 10,47), y lo repite con fuerza (v. 48). Y cuando Jesús lo llama y le pregunta qué quiere de él, responde: «Maestro, que pueda ver» (v. 51). Bartimeo representa al hombre que reconoce el propio mal y grita al Señor, con la confianza de ser curado. Su invocación, simple y sincera, es ejemplar, y de hecho –al igual que la del publicano en el templo: «Oh Dios, ten compasión de este pecador» (Lc 18,13)– ha entrado en la tradición de la oración cristiana. En el encuentro con Cristo, realizado con fe, Bartimeo recupera la luz que había perdido, y con ella la plenitud de la propia dignidad: se pone de pie y retoma el camino, que desde aquel momento tiene un guía, Jesús, y una ruta, la misma que Jesús recorre. El evangelista no nos dice nada más de Bartimeo, pero en él nos muestra quién es el discípulo: aquel que, con la luz de la fe, sigue a Jesús «por el camino» (v. 52).
San Agustín, en uno de sus escritos, hace una observación muy particular sobre la figura de Bartimeo, que puede resultar también interesante y significativa para nosotros. El Santo Obispo de Hipona reflexiona sobre el hecho de que Marcos, en este caso, indica el nombre no sólo de la persona que ha sido curada, sino también del padre, y concluye que «Bartimeo, hijo de Timeo, era un personaje que de una gran prosperidad cayó en la miseria, y que ésta condición suya de miseria debía ser conocida por todos y de dominio público, puesto que no era solamente un ciego, sino un mendigo sentado al borde del camino. Por esta razón Marcos lo recuerda solamente a él, porque la recuperación de su vista hizo que ese milagro tuviera una resonancia tan grande como la fama de la desventura que le sucedió» (Concordancia de los evangelios, 2, 65, 125: PL 34, 1138). Hasta aquí san Agustín.
Esta interpretación, que ve a Bartimeo como una persona caída en la miseria desde una condición de «gran prosperidad», nos hace pensar; nos invita a reflexionar sobre el hecho de que hay riquezas preciosas para nuestra vida, y que no son materiales, que podemos perder. En esta perspectiva, Bartimeo podría ser la representación de cuantos viven en regiones de antigua evangelización, donde la luz de la fe se ha debilitado, y se han alejado de Dios, ya no lo consideran importante para la vida: personas que por eso han perdido una gran riqueza, han «caído en la miseria» desde una alta dignidad –no económica o de poder terreno, sino cristiana –, han perdido la orientación segura y sólida de la vida y se han convertido, con frecuencia inconscientemente, en mendigos del sentido de la existencia. Son las numerosas personas que tienen necesidad de una nueva evangelización, es decir de un nuevo encuentro con Jesús, el Cristo, el Hijo de Dios (cf. Mc 1,1), que puede abrir nuevamente sus ojos y mostrarles el camino. Es significativo que, mientras concluimos la Asamblea sinodal sobre la nueva evangelización, la liturgia nos proponga el Evangelio de Bartimeo. Esta Palabra de Dios tiene algo que decirnos de modo particular a nosotros, que en estos días hemos reflexionado sobre la urgencia de anunciar nuevamente a Cristo allá donde la luz de la fe se ha debilitado, allá donde el fuego de Dios es como un rescoldo, que pide ser reavivado, para que sea llama viva que da luz y calor a toda la casa.
La nueva evangelización concierne toda la vida de la Iglesia. Ella se refiere, en primer lugar, a la pastoral ordinaria que debe estar más animada por el fuego del Espíritu, para encender los corazones de los fieles que regularmente frecuentan la comunidad y que se reúnen en el día del Señor para nutrirse de su Palabra y del Pan de vida eterna. Deseo subrayar tres líneas pastorales que han surgido del Sínodo. La primera corresponde a los sacramentos de la iniciación cristiana. Se ha reafirmado la necesidad de acompañar con una catequesis adecuada la preparación al bautismo, a la confirmación y a la Eucaristía. También se ha reiterado la importancia de la penitencia, sacramento de la misericordia de Dios. La llamada del Señor a la santidad, dirigida a todos los cristianos, pasa a través de este itinerario sacramental. En efecto, se ha repetido muchas veces que los verdaderos protagonistas de la nueva evangelización son los santos: ellos hablan un lenguaje comprensible para todos, con el ejemplo de la vida y con las obras de caridad.
En segundo lugar, la nueva evangelización está esencialmente conectada con la misión ad gentes. La Iglesia tiene la tarea de evangelizar, de anunciar el Mensaje de salvación a los hombres que aún no conocen a Jesucristo. En el transcurso de las reflexiones sinodales, se ha  subrayado también que existen muchos lugares en África, Asía y Oceanía en donde los habitantes, muchas veces sin ser plenamente conscientes, esperan con gran expectativa el primer anuncio del Evangelio. Por tanto es necesario rezar al Espíritu Santo para que suscite en la Iglesia un renovado dinamismo misionero, cuyos protagonistas sean de modo especial los agentes pastorales y los fieles laicos. La globalización ha causado un notable desplazamiento de poblaciones; por tanto el primer anuncio se impone también en los países de antigua evangelización. Todos los hombres tienen el derecho de conocer a Jesucristo y su Evangelio; y a esto corresponde el deber de los cristianos, de todos los cristianos –sacerdotes, religiosos y laicos–, de anunciar la Buena Noticia.
Un tercer aspecto tiene que ver con las personas bautizadas pero que no viven las exigencias del bautismo. Durante los trabajos sinodales se ha puesto de manifiesto que estas personas se encuentran en todos los continentes, especialmente en los países más secularizados. La Iglesia les dedica una atención particular, para que encuentren nuevamente a Jesucristo, vuelvan a descubrir el gozo de la fe y regresen a las prácticas religiosas en la comunidad de los fieles. Además de los métodos pastorales tradicionales, siempre válidos, la Iglesia intenta utilizar también métodos nuevos, usando asimismo nuevos lenguajes, apropiados a las diferentes culturas del mundo, proponiendo la verdad de Cristo con una actitud de diálogo y de amistad que tiene como fundamento a Dios que es Amor. En varias partes del mundo, la Iglesia ya ha emprendido dicho camino de creatividad pastoral, para acercarse a las personas alejadas y en busca del sentido de la vida, de la felicidad y, en definitiva, de Dios. Recordamos algunas importantes misiones ciudadanas, el «Atrio de los gentiles», la Misión Continental, etcétera. Sin duda el Señor, Buen Pastor, bendecirá abundantemente dichos esfuerzos que provienen del celo por su Persona y su Evangelio.
Queridos hermanos y hermanas, Bartimeo, una vez recuperada la vista gracias a Jesús, se unió al grupo de los discípulos, entre los cuales seguramente había otros que, como él, habían sido curados por el Maestro. Así son los nuevos evangelizadores: personas que han tenido la experiencia de ser curados por Dios, mediante Jesucristo. Y su característica es una alegría de corazón, que dice con el salmista: «El Señor ha estado grande con nosotros, y estamos alegres» (Sal 125,3). También nosotros hoy, nos dirigimos al Señor, Redemptor hominis y Lumen gentium, con gozoso agradecimiento, haciendo nuestra una oración de san Clemente de Alejandría: «Hasta ahora me he equivocado en la esperanza de encontrar a Dios, pero puesto que tú me iluminas, oh Señor, encuentro a Dios por medio de ti, y recibo al Padre de ti, me hago tu coheredero, porque no te has avergonzado de tenerme por hermano. Cancelemos, pues, cancelemos el olvido de la verdad, la ignorancia; y removiendo las tinieblas que nos impiden la vista como niebla en los ojos, contemplemos al verdadero Dios…; ya que una luz del cielo brilló sobre nosotros sepultados en las tinieblas y prisioneros de la sombra de muerte, [una luz] más pura que el sol, más dulce que la vida de aquí abajo» (Protrettico, 113, 2- 114,1). Amén.                                                           

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AUDIENCIA GENERAL DEL PAPA BENEDICTO XVI
Plaza de San Pedro
Miércoles 24 de Octubre de 2012

 El Año de la fe. ¿Qué es la fe?

Queridos hermanos y hermanas:

El miércoles pasado, con el inicio del Año de la fe, empecé una nueva serie de catequesis sobre la fe. Y hoy desearía reflexionar con vosotros sobre una cuestión fundamental: ¿qué es la fe? ¿Tiene aún sentido la fe en un mundo donde ciencia y técnica han abierto horizontes hasta hace poco impensables? ¿Qué significa creer hoy? De hecho en nuestro tiempo es necesaria una renovada educación en la fe, que comprenda ciertamente un conocimiento de sus verdades y de los acontecimientos de la salvación, pero que sobre todo nazca de un verdadero encuentro con Dios en Jesucristo, de amarle, de confiar en Él, de forma que toda la vida esté involucrada en ello.
Hoy, junto a tantos signos de bien, crece a nuestro alrededor también cierto desierto espiritual. A veces se tiene la sensación, por determinados sucesos de los que tenemos noticia todos los días, de que el mundo no se encamina hacia la construcción de una comunidad más fraterna y más pacífica; las ideas mismas de progreso y bienestar muestran igualmente sus sombras. A pesar de la grandeza de los descubrimientos de la ciencia y de los éxitos de la técnica, hoy el hombre no parece que sea verdaderamente más libre, más humano; persisten muchas formas de explotación, manipulación, violencia, vejación, injusticia... Cierto tipo de cultura, además, ha educado a moverse sólo en el horizonte de las cosas, de lo factible; a creer sólo en lo que se ve y se toca con las propias manos. Por otro lado crece también el número de cuantos se sienten desorientados y, buscando ir más allá de una visión sólo horizontal de la realidad, están disponibles para creer en cualquier cosa. En este contexto vuelven a emerger algunas preguntas fundamentales, que son mucho más concretas de lo que parecen a primera vista: ¿qué sentido tiene vivir? ¿Hay un futuro para el hombre, para nosotros y para las nuevas generaciones? ¿En qué dirección orientar las elecciones de nuestra libertad para un resultado bueno y feliz de la vida? ¿Qué nos espera tras el umbral de la muerte?
De estas preguntas insuprimibles surge como el mundo de la planificación, del cálculo exacto y de la experimentación; en una palabra, el saber de la ciencia, por importante que sea para la vida del hombre, por sí sólo no basta. El pan material no es lo único que necesitamos; tenemos necesidad de amor, de significado y de esperanza, de un fundamento seguro, de un terreno sólido que nos ayude a vivir con un sentido auténtico también en la crisis, las oscuridades, las dificultades y los problemas cotidianos. La fe nos dona precisamente esto: es un confiado entregarse a un «Tú» que es Dios, quien me da una certeza distinta, pero no menos sólida que la que me llega del cálculo exacto o de la ciencia. La fe no es un simple asentimiento intelectual del hombre a las verdades particulares sobre Dios; es un acto con el que me confío libremente a un Dios que es Padre y me ama; es adhesión a un «Tú» que me dona esperanza y confianza. Cierto, esta adhesión a Dios no carece de contenidos: con ella somos conscientes de que Dios mismo se ha mostrado a nosotros en Cristo; ha dado a ver su rostro y se ha hecho realmente cercano a cada uno de nosotros.
Es más, Dios ha revelado que su amor hacia el hombre, hacia cada uno de nosotros, es sin medida: en la Cruz, Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios hecho hombre, nos muestra en el modo más luminoso hasta qué punto llega este amor, hasta el don de sí mismo, hasta el sacrificio total. Con el misterio de la muerte y resurrección de Cristo, Dios desciende hasta el fondo de nuestra humanidad para volver a llevarla a Él, para elevarla a su alteza. La fe es creer en este amor de Dios que no decae frente a la maldad del hombre, frente al mal y la muerte, sino que es capaz de transformar toda forma de esclavitud, donando la posibilidad de la salvación. Tener fe, entonces, es encontrar a este «Tú», Dios, que me sostiene y me concede la promesa de un amor indestructible que no sólo aspira a la eternidad, sino que la dona; es confiarme a Dios con la actitud del niño, quien sabe bien que todas sus dificultades, todos sus problemas están asegurados en el «tú» de la madre. Y esta posibilidad de salvación a través de la fe es un don que Dios ofrece a todos los hombres. Pienso que deberíamos meditar con mayor frecuencia —en nuestra vida cotidiana, caracterizada por problemas y situaciones a veces dramáticas— en el hecho de que creer cristianamente significa este abandonarme con confianza en el sentido profundo que me sostiene a mí y al mundo, ese sentido que nosotros no tenemos capacidad de darnos, sino sólo de recibir como don, y que es el fundamento sobre el que podemos vivir sin miedo. Y esta certeza liberadora y tranquilizadora de la fe debemos ser capaces de anunciarla con la palabra y mostrarla con nuestra vida de cristianos.
Con todo, a nuestro alrededor vemos cada día que muchos permanecen indiferentes o rechazan acoger este anuncio. Al final del Evangelio de Marcos, hoy tenemos palabras duras del Resucitado, que dice: «El que crea y sea bautizado se salvará; el que no crea será condenado» (Mc 16, 16), se pierde él mismo. Desearía invitaros a reflexionar sobre esto. La confianza en la acción del Espíritu Santo nos debe impulsar siempre a ir y predicar el Evangelio, al valiente testimonio de la fe; pero, además de la posibilidad de una respuesta positiva al don de la fe, existe también el riesgo del rechazo del Evangelio, de la no acogida del encuentro vital con Cristo. Ya san Agustín planteaba este problema en un comentario suyo a la parábola del sembrador: «Nosotros hablamos —decía—, echamos la semilla, esparcimos la semilla. Hay quienes desprecian, quienes reprochan, quienes ridiculizan. Si tememos a estos, ya no tenemos nada que sembrar y el día de la siega nos quedaremos sin cosecha. Por ello venga la semilla de la tierra buena» (Discursos sobre la disciplina cristiana, 13,14: PL 40, 677-678). El rechazo, por lo tanto, no puede desalentarnos. Como cristianos somos testigos de este terreno fértil: nuestra fe, aún con nuestras limitaciones, muestra que existe la tierra buena, donde la semilla de la Palabra de Dios produce frutos abundantes de justicia, de paz y de amor, de nueva humanidad, de salvación. Y toda la historia de la Iglesia con todos los problemas demuestra también que existe la tierra buena, existe la semilla buena, y da fruto.
Pero preguntémonos: ¿de dónde obtiene el hombre esa apertura del corazón y de la mente para creer en el Dios que se ha hecho visible en Jesucristo muerto y resucitado, para acoger su salvación, de forma que Él y su Evangelio sean la guía y la luz de la existencia? Respuesta: nosotros podemos creer en Dios porque Él se acerca a nosotros y nos toca, porque el Espíritu Santo, don del Resucitado, nos hace capaces de acoger al Dios viviente. Así pues la fe es ante todo un don sobrenatural, un don de Dios. El concilio Vaticano II afirma: «Para dar esta respuesta de la fe es necesaria la gracia de Dios, que se adelanta y nos ayuda, junto con el auxilio interior del Espíritu Santo, que mueve el corazón, lo dirige a Dios, abre los ojos del espíritu y concede “a todos gusto en aceptar y creer la verdad”» (Const. dogm. Dei Verbum, 5). En la base de nuestro camino de fe está el bautismo, el sacramento que nos dona el Espíritu Santo, convirtiéndonos en hijos de Dios en Cristo, y marca la entrada en la comunidad de fe, en la Iglesia: no se cree por uno mismo, sin el prevenir de la gracia del Espíritu; y no se cree solos, sino junto a los hermanos. Del bautismo en adelante cada creyente está llamado a revivir y hacer propia esta confesión de fe junto a los hermanos.
La fe es don de Dios, pero es también acto profundamente libre y humano. El Catecismo de la Iglesia católica lo dice con claridad: «Sólo es posible creer por la gracia y los auxilios interiores del Espíritu Santo. Pero no es menos cierto que creer es un acto auténticamente humano. No es contrario ni a la libertad ni a la inteligencia del hombre» (n. 154). Es más, las implica y exalta en una apuesta de vida que es como un éxodo, salir de uno mismo, de las propias seguridades, de los propios esquemas mentales, para confiarse a la acción de Dios que nos indica su camino para conseguir la verdadera libertad, nuestra identidad humana, la alegría verdadera del corazón, la paz con todos. Creer es fiarse con toda libertad y con alegría del proyecto providencial de Dios sobre la historia, como hizo el patriarca Abrahán, como hizo María de Nazaret. Así pues la fe es un asentimiento con el que nuestra mente y nuestro corazón dicen su «sí» a Dios, confesando que Jesús es el Señor. Y este «sí» transforma la vida, le abre el camino hacia una plenitud de significado, la hace nueva, rica de alegría y de esperanza fiable.
Queridos amigos: nuestro tiempo requiere cristianos que hayan sido aferrados por Cristo, que crezcan en la fe gracias a la familiaridad con la Sagrada Escritura y los sacramentos. Personas que sean casi un libro abierto que narra la experiencia de la vida nueva en el Espíritu, la presencia de ese Dios que nos sostiene en el camino y nos abre hacia la vida que jamás tendrá fin. Gracias.

Saludos

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a los queridos hijos de Panamá, a quienes encomiendo a la amorosa protección de Santa María La Antigua, para que sean valientes misioneros del Evangelio de su Hijo, de palabra y con el propio ejemplo de vida. Dirijo también un afectuoso saludo a los grupos provenientes de España, México, Argentina y otros países latinoamericanos. Invito a todos a pedir que el Espíritu Santo mueva los corazones y los dirija a Dios, para que juntos podamos con alegría proclamar nuestra fe. Muchas gracias.

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ÁNGELUS DEL PAPA BENEDICTO XVI

Plaza de San Pedro
Domingo 21 de Octubre de 2012

 Queridos hermanos y hermanas:

Antes de concluir esta celebración dirijámonos a quien es la Reina de todos los santos, la Virgen María, con un pensamiento en Lourdes, golpeada por un grave desbordamiento del Gave, que ha inundado también la Gruta de las Apariciones de la Señora.

En particular deseamos hoy encomendar a la materna protección de la Virgen María a los misioneros y a las misioneras —sacerdotes, religiosos y laicos— que en cada lugar del mundo esparcen la buena semilla del Evangelio.

Oremos también por el Sínodo de los obispos, que en estas semanas está afrontando el desafío de la nueva evangelización para la transmisión de la fe cristiana.

Je salue cordialement les pèlerins francophones, notamment les délégations officielles du Canada, de Madagascar et de France venues à Rome pour la canonisation du Père Jacques Berthieu et de Kateri Tekakwitha. Puisse l’exemple de ces nouveaux saints vous encourager à accueillir l’amour du Christ dans votre vie et à en témoigner autour de vous ! Qu’à leur prière de nombreux jeunes répondent à l’appel du Seigneur pour vivre et annoncer l’Évangile ! Confiant l’Église qui est dans vos pays à leur protection, je vous bénis tous de grand cœur ainsi que vos familles ! Bon pèlerinage à tous !

On the happy occasion of the canonizations today, I greet the official delegations and all the English-speaking pilgrims and visitors, especially those from the Philippines, Canada and the United States of America.  May the holiness and witness of these saints inspire us to draw closer to the Son of God who, for such great love, came to serve and offer his life for our salvation. God bless you all!

Ein herzliches Grüß Gott sage ich allen deutschsprachigen Gästen, besonders der offiziellen Delegation aus Bayern und den vielen Pilgern aus dem Bistum Regensburg. In das Herz Gottes hinein­schauen, das hat die heilige Anna Schäffer in ihrer „Leidenswerkstatt“ gelernt. Dabei durfte sie erkennen, daß die Liebe Gottes einen Trost gibt, der noch größer wird, wenn man ihn auch anderen schenkt. Die neuen Heiligen mögen uns durch ihr Vorbild und ihre Fürsprache im Glauben stärken und helfen, daß auch wir Zeugen und Verkünder des Evangeliums sind.

Saludo cordialmente a los peregrinos de lengua española, en particular a la delegación oficial de España, así como a los pastores y fieles aquí presentes para la canonización de la Madre Carmen Sallés y Barangueras. Desde el cielo, ella sigue exhortando a todos, pero especialmente a sus hijas, las Religiosas Concepcionistas Misioneras de la Enseñanza, a acoger y meditar fielmente en su corazón la palabra de Dios, llevándola a la práctica con espíritu de servicio, confianza y humildad, a ejemplo de la Inmaculada Virgen María. Que, ayudados con la intercesión de la nueva Santa, sean cada vez más quienes anuncien y den testimonio con valentía del Evangelio de Jesucristo, sobre todo entre los jóvenes. Feliz domingo.


Pozdrawiam serdecznie Polaków. Nowi Święci wprowadzają nas dzisiaj w Tydzień Misyjny. W sposób szczególny duchowo i materialnie będziemy wspierać tych, którzy głoszą Chrystusa na różnych kontynentach. Bardzo dziękuję wszystkim, którzy przez Papieskie Dzieła Misyjne otaczają opieką misje na całym świecie. Niech Rok Wiary rozpali na nowo w Polsce misyjny zapał duchowieństwa i wiernych świeckich! Z serca wszystkim błogosławię.

Rivolgo il mio cordiale saluto alla delegazione ufficiale italiana e a tutti i pellegrini venuti per festeggiare la canonizzazione di Giovanni Battista Piamarta, in particolare ai membri degli Istituti da lui fondati. Possiate, come lui, unire sempre la preghiera intensa e il servizio generoso del prossimo.
Angelus Domini…


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CEREMONIA DE ENTREGA DEL "PREMIO RATZINGER" 2012

DISCURSO DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI

Palacio Apostólico Vaticano
Sala Clementina
Sábado de 20 de Octubre de 2012


Venerados hermanos,
ilustres señores y señoras,
queridos hermanos y hermanas:


Me alegra dirigiros mi saludo a todos vosotros, reunidos en esta ceremonia. Agradezco al cardenal Ruini su intervención, así como a monseñor Scotti, que ha introducido el encuentro. Me congratulo vivamente con el profesor Daley y con el profesor Brague, quienes, con su personalidad, ilustran esta iniciativa en su segunda edición. Y entiendo «personalidad» en sentido pleno: el perfil de la investigación y de todo el trabajo científico; el precioso servicio de la enseñanza, que ambos desarrollan desde hace largos años; pero también su ser, naturalmente en modos diversos —uno es jesuita; el otro laico casado—, comprometidos en la Iglesia, activos para ofrecer su contribución cualificada a la presencia de la Iglesia en el mundo de hoy.
Al respecto he observado algo que me ha hecho reflexionar, esto es, que los dos premiados de este año son competentes y están comprometidos en dos aspectos decisivos para la Iglesia en nuestro tiempo: me refiero al ecumenismo y al cara a cara con las demás religiones. El padre Daley, estudiando a fondo a los Padres de la Iglesia, se ha situado en la mejor escuela para conocer y amar a la Iglesia una e indivisa, pero en la riqueza de sus diversas tradiciones; por esto lleva a cabo también un servicio de responsabilidad en las relaciones con las Iglesias ortodoxas. Y el profesor Brague es un gran estudioso de la filosofía de las religiones, en particular de la judía e islámica en el medioevo. Pues bien, a los 50 años del inicio del concilio Vaticano II me gustaría releer junto a ellos dos documentos conciliares: la declaración Nostra aetate sobre las religiones no cristianas y el decreto Unitatis redintegratio sobre el ecumenismo, a los que añadiría otro documento que se ha revelado de extraordinaria importancia: la declaración Dignitatis humanae sobre la libertad religiosa. Con seguridad sería muy interesante, querido padre y querido profesor, escuchar vuestras reflexiones y también vuestras experiencias en estos campos, donde se juega una parte relevante del diálogo de la Iglesia con el mundo contemporáneo.
En realidad, este ideal encuentro y confrontación ya sucede leyendo sus publicaciones, que en parte están disponibles en distintos idiomas. Siento que debo expresar particular aprecio y gratitud por este esfuerzo de comunicar los frutos de tales investigaciones. Un compromiso que es arduo, pero precioso para la Iglesia y para cuantos trabajan en ámbito académico y cultural. Al respecto desearía sencillamente subrayar el hecho de que los dos premiados son profesores universitarios, muy comprometidos en la enseñanza. Este elemento merece que se ponga de relieve, pues muestra un aspecto de coherencia en la actividad de la Fundación, que, además del Premio, promueve becas de estudio para doctorandos en Teología y también congresos de estudio a nivel universitario, como el que se ha celebrado este año en Polonia y el que tendrá lugar dentro de tres semanas en Río de Janeiro. Personalidades como el padre Daley y el profesor Brague son ejemplares para la transmisión de un saber que une ciencia y sabiduría, rigor científico y pasión por el hombre, a fin de que descubra el «arte de vivir». Y es precisamente de personas que, a través de una fe iluminada y vivida, hagan a Dios cercano y creíble para el hombre de hoy, de lo que tenemos necesidad; hombres que mantengan la mirada fija en Dios sacando de esta fuente la verdadera humanidad para ayudar a quien el Señor pone en nuestro camino a fin de que comprenda que es Cristo el camino de la vida; hombres cuyo intelecto sea iluminado por la luz de Dios, para que puedan hablar también a la mente y al corazón de los demás. Trabajar en al viña del Señor, donde nos llama, para que los hombres y las mujeres de nuestro tiempo puedan descubrir y redescubrir el verdadero «arte de vivir»: esta fue también una gran pasión del concilio Vaticano II, más actual que nunca en el compromiso de la nueva evangelización.
Renuevo de corazón mis felicitaciones a los premiados, así como al Comité científico de la Fundación y a todos los colaboradores. Gracias.

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S.S. Benedicto XVI celebrará las Vísperas en la Capilla Sixtina

CIUDAD DEL VATICANO, 30 Octubre 2012 (VIS).- El Papa Benedicto XVI presidirá mañana 31 de Octubre a las 18:00 horas, la celebración de las vísperas en la Capilla Sixtina para conmemorar el 500 aniversario de la inauguración de la bóveda pintada por Miguel Ángel entre 1508 y 1512.

El Papa Julio II, que encargó la decoración de la bóveda de 1,100 metros cuadrados al autor de “La Piedad”, celebró el final de la obra con el rito solemne de las vísperas de Todos los Santos el 31 de Octubre de 1512.

Nombramientos de Benedicto XVI (Martes 30 de Oct.)


CIUDAD DEL VATICANO, 30 Octubre 2012 (VIS).- En otros Actos Pontificios, este martes el Santo Padre Benedicto XVI ha nombrado:

- Obispo Rodolfo F. Beltran, hasta ahora Vicario Apostólico de Bontoc-Lagawe (Filipinas) como Obispo de San Fernando de La Unión en Filipinas.

Datos Estadísticos:  Superficie 1,493; población 775,000: católicos 667,000; sacerdotes 53; religiosos 122; diáconos permanentes 5.

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- Obispo Guillermo Martín Abanto Guzmán, hasta ahora Auxiliar de la Arquidiócesis de Lima (Perú) como obispo castrense para Perú.

Venecia recuerda el centenario del Papa de la sonrisa Juan Pablo I


CIUDAD DEL VATICANO, 30 Octubre 2012 (VIS).- Venecia, ciudad de la que fue Patriarca entre 1969 y 1978, recuerda esta tarde con un misa solemne el centenario del nacimiento del Papa Juan Pablo I, en el siglo Albino Luciani, que ocupó el Solio ontificio sólo durante 33 días, del 26 de Agosto al 28 de Septiembre de 1978. Conocido como “el Papa de la sonrisa”, su proceso de beatificación se abrió en 2003.

La conmemoración veneciana prevé una misa a las 18:00 en la Basílica de San Marcos presidida por el Patriarca Franceso Moraglia, que celebrará junto con los Obispos de la conferencia episcopal triveneta. Seguirá, a las 20:30 un concierto de música sacra ofrecido por la Procuratoria de la basílica de San Marcos, el Instituto Polaco de Roma y la Fundación Capella Cracoviensis de Cracovia. En los intervalos se leerán textos de Juan Pablo I.

El programa del concierto está dedicado a dos de los mayores representantes de la escuela veneciana del siglo XVII: Giovanni Gabrieli compositor, organista y maestro de capilla de la Basílica de San Marcos, de quien se recuerda el 400 aniversario de la muerte (1612) y Mikolak Zielenski, compositor, organista y maestro de capilla ligado a la Colegiata de Lowicz (sede del primado polaco).

“Santa Sede y Croacia: veinte años de intensas relaciones”


CIUDAD DEL VATICANO, 30 Octubre 2012 (VIS).- “Santa Sede y Croacia: veinte años de intensas relaciones” ha sido el tema de la conferencia que tuvo lugar ayer en el Vaticano para conmemorar el veinte aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y la República de Croacia.

En el evento intervino el Arzobispo Dominique Mamberti, Secretario para las Relaciones con los Estados, recordando que “en el lejano año 879, el mismo mes de Junio en que Croacia moderna celebra cada año su independencia, el papa Juan VIII, escribía en una carta al príncipe Branímir que rezaba al Señor para que “principatum terrenum, quem habes, prospere et securiter reggere possis” (...) Esos fuertes lazos entre Croacia y la Santa Sede no se han perdido a lo largo de los siglos. En diversas ocasiones en el curso de la historia y en circunstancias no fáciles, los croatas han demostrado fidelidad a la Iglesia y al sucesor de Pedro”.

“En la más que milenaria historia de Croacia -señaló- los últimos veinte años se cuentan entre los más difíciles y, al mismo tiempo, cruciales para su futuro. Especialmente los sucesivos a la independencia. Sin embargo, los retos continúan. Ahora, los croatas no pueden por menos que interrogarse acerca de los valores sobre los que quieren construir la vida de las personas y de toda la nación”

“Si bien la Iglesia y la comunidad política actúen en ámbitos diversos y sean independientes una de otra ambas sirven a los mismos sujetos que, al mismo tiempo, son fieles de la Iglesia y ciudadanos del Estado. En este servicio hay amplio espacio para el diálogo y la cooperación, al servicio de la dignidad de cada ser humano. En el centro de la cooperación mutua está, efectivamente, nuestro compromiso compartido por el bien común y la promoción de los valores espirituales y morales que otorgan a la sociedad croata su sólido fundamento”.

Al final el Arzobispo manifestó el deseo de un “progreso continuo, tanto en ámbito moral como, sobre todo, espiritual” para la nación. “En estos momentos en que se perfila y realiza la aspiración a la plena integración en la Unión Europea, espero que Croacia refuerce su identidad y sea así fermento de bien para los otros países”, concluyó.

En memoria de los prelados fallecidos en as últimas semanas


CIUDAD DEL VATICANO, 30 Octubre 2012 (VIS).- En memoria de los prelados fallecidos en las últimas semanas de Septiembre y Octubre:

Septiembre 09 - Obispo José Rodrigues Souza, Emérito de Juazeiro (Brasil), a los 86 años.

Septiembre 18 - Obispo Michel Kuehn, emérito di Chartres (Francia), a los 88 años.

Septiembre 23 - Obispo Albert Henry Ottenweller, Emérito de Steubenville (Estados Unidos), a los 96 años.

Septiembre 23 - Obispo Michael Vincent Pascal Rowland, O.F.M., Emérito de Dundee (Sudáfrica), a los 83 años.

Septiembre 21 - Arzobispo Bruno Schettino, de Capua (Italia), a los 71 años.

Septiembre 20 - Cardenal Fortunato Baldelli, Penitenciario Mayor Emérito, a los 77 años.

Septiembre 25 - Obispo Patrick Augutine Kalilombe, M.Afr., Emérito de Lilongwe, (Malawi), a los 79 años.

Septiembre 29 - Arzobispo Antônio Maria Mucciolo, Emérito de Botucatu (Brasil), a los 89 años.


Octubre 07 - Obispo Roman Danylak, Administrador Apostólico Emérito de Toronto de los Ucranianos (Canadá) a los 81 años.

En México cada año mueren por homicidio 31 mil menores de 15 años

CIUDAD DE MÉXICO (Agencia Fides, 30/10/2012) - Persiste el abuso contra los menores y aumenta la violencia contra los más débiles. En México, el fenómeno de la violencia física contra niños y niñas, junto con otras formas de castigo crueles o degradantes, en la mayor parte de los casos es aplicada por los padres, familiares y profesores. En el país, además, hay 3 millones de menores trabajadores y la Organización Mundial de la Salud señala que, cada año, mueren por homicidio aproximadamente 31,000 niños menores de 15 años. 

A través del Programa de Asuntos de la Niñez y la Familia, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de México quiere promover y difundir el conocimiento de los derechos humanos de 32 millones 500 mil niños y niñas que viven en el país, con el fin de establecer un entorno social más seguro. 

Según los datos de las organizaciones internacionales, a nivel mundial, la violencia contra la población infantil afecta a más de mil millones de niñas y niños. Se estima que al menos 150 millones de niñas y 73 millones de niños son víctimas de relaciones sexuales forzadas. En lo que respecta al mercado laboral, la Organización Internacional del Trabajo ha señalado la participación de 215 millones de niños menores de edad, sin un salario mínimo, así como 5 millones 700 mil forzados a trabajar en condiciones de esclavitud. Un estudio reciente de esta organización internacional revela que en México hay 1 millón y 8 mil niños víctimas de la prostitución y de 1 millón 200 mil víctimas de la trata.

"Basta con la violencia contra las mujeres" pide el Card. López Rodríguez en la Marcha Mariana


Santo Domingo, República Dominicana (Agencia Fides, 30/10/2012) - Miles de católicos se concentraron el pasado domingo 28 de Octubre, en el "Centro de los Héroes" para la apertura del Año de la Fe. El Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, Arzobispo de Santo Domingo, exhortó al pueblo a orar por el país, para que pueda salir de la situación de tensión que lo afecta y denunció la crueldad de los hombres hacia las mujeres. Además, pidió al Gobierno que aumente las ayudas a los cientos de familias que se han visto afectadas por el huracán Sandy, que ha causado graves daños en la zona del Caribe.

"Todos ustedes saben igual que yo que en el país hay mucha tensión en estos momentos. Queremos denunciar estos crímenes y la perversidad de muchos hombres hacia las mujeres" dijo el Cardenal. En el comunicado enviado a la Agencia Fides se leen las siguientes palabras: "hay muchas cosas que nos molestan, pero esta llega a provocarnos gran asco. Un país que posee una tradición de 500 años de fe cristiana no puede vivir hoy de esta manera, de espaldas al Evangelio. Por eso creo que este año de la fe nos puede ayudar a todos a vivir con intensidad la fe cristiana, basándonos en el Evangelio predicado por Jesucristo".

El Cardenal López Rodríguez habló al final de la "Marcha Mariana", que partió a las tres de la tarde de la Plaza Juan Barón hasta llegar al "Centro de los Héroes", donde ofició una misa concelebrada con los Obispos Auxiliares de Santo Domingo. 

La Marcha, que duró más de dos horas, atravesó la calle principal con más de 40 carrozas adornadas para la tradicional fiesta de la Virgen. Estaban presentes los feligreses de unas 204 parroquias de toda la provincia y personas llegadas de todas las partes del país.

lunes, 29 de octubre de 2012

Fructuoso intercambio de opiniones Santa Sede - Croacia


CIUDAD DEL VATICANO, 27 de Octubre 2012 (VIS).- Esta mañana el Papa Benedicto XVI ha recibido en Audiencia al Presidente del Gobierno de la República de Croacia, Zoran Milanovic. El Presidente ha encontrado, sucesivamente, al Cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado, a quien acompañaba el Arzobispo Dominique Mamberti, Secretario para las Relaciones con los Estados.

“Los coloquios, desarrollados en un clima de cordialidad han permitido un fructuoso intercambio de opiniones sobre los retos que el país debe afrontar en la crisis económica actual, así como temas de interés común en el marco de las relaciones bilaterales. A este respecto, se ha hecho referencia a la Conferencia organizada con motivo del 20 aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas, que tendrá lugar esta tarde, Por cuanto concierne al conocido caso de Dajla, ambas partes han concordado resolver la cuestión lo antes posible, en el espíritu de la tradicional amistad entre la Santa Sede y la república de Croacia” dice un comunicado emitido hoy por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.

“Por último, la Santa Sede ha renovado su apoyo a las aspiraciones legítimas de Croacia a la plena integración europea y se ha abordado también la coyuntura regional, sobre todo a la situación de los croatas en Bosnia y Herzegovina”.

Así mismo, el Santo Padre también recibió hoy en en Palacio Apostólico Vaticano en Audiencia Privada al Cardenal Marc Ouellet, P.S.S., Prefecto de la Congregación para los Obispos.

BENEDICTO XVI: Mensaje para la JM del Emigrante y del Refugiado

MENSAJE DEL SANTO PADRE BENEDICTO XVI
PARA LA JORNADA MUNDIAL
DEL EMIGRANTE Y DEL REFUGIADO 2013

(Tema: Migraciones: peregrinación de fe y esperanza)

Queridos hermanos:

El Concilio Ecuménico Vaticano II, en la Constitución pastoral Gaudium et spes, ha recordado que «la Iglesia avanza juntamente con toda la humanidad» (n. 40), por lo cual «los gozos y las esperanzas, las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, sobre todo de los pobres y de cuantos sufren, son a la vez gozos y esperanzas, tristezas y angustias de los discípulos de Cristo. Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en su corazón» (ibíd., 1). Se hicieron eco de esta declaración el Siervo de Dios Pablo VI, que llamó a la Iglesia «experta en humanidad» (Enc. Populorum progressio, 13), y el Beato Juan Pablo II, quien afirmó que la persona humana es «el primer camino que la Iglesia debe recorrer en el cumplimiento de su misión..., camino trazado por Cristo mismo» (Enc. Centesimus annus, 53). En mi EncíclicaCaritas in veritate he querido precisar, siguiendo a mis predecesores, que «toda la Iglesia, en todo su ser y obrar, cuando anuncia, celebra y actúa en la caridad, tiende a promover el desarrollo integral del hombre» (n. 11), refiriéndome también a los millones de hombres y mujeres que, por motivos diversos, viven la experiencia de la migración. En efecto, los flujos migratorios son «un fenómeno que impresiona por sus grandes dimensiones, por los problemas sociales, económicos, políticos, culturales y religiosos que suscita, y por los dramáticos desafíos que plantea a las comunidades nacionales y a la comunidad internacional» (ibíd., 62), ya que «todo emigrante es una persona humana que, en cuanto tal, posee derechos fundamentales inalienables que han de ser respetados por todos y en cualquier situación» (ibíd.).
En este contexto, he querido dedicar la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado 2013 al tema «Migraciones: peregrinación de fe y esperanza», en concomitancia con las celebraciones del 50 aniversario de la apertura del Concilio Ecuménico Vaticano II y de los 60 años de la promulgación de la Constitución apostólica Exsul familia, al mismo tiempo que toda la Iglesia está comprometida en vivir el Año de la fe, acogiendo con entusiasmo el desafío de la nueva evangelización.
En efecto, fe y esperanza forman un binomio inseparable en el corazón de muchísimos emigrantes, puesto que en ellos anida el anhelo de una vida mejor, a lo que se une en muchas ocasiones el deseo de querer dejar atrás la «desesperación» de un futuro imposible de construir. Al mismo tiempo, el viaje de muchos está animado por la profunda confianza de que Dios no abandona a sus criaturas y este consuelo hace que sean más soportables las heridas del desarraigo y la separación, tal vez con la oculta esperanza de un futuro regreso a la tierra de origen. Fe y esperanza, por lo tanto, conforman a menudo el equipaje de aquellos que emigran, conscientes de que con ellas «podemos afrontar nuestro presente: el presente, aunque sea un presente fatigoso, se puede vivir y aceptar si lleva hacia una meta, si podemos estar seguros de esta meta y si esta meta es tan grande que justifique el esfuerzo del camino» (Enc. Spe salvi, 1).
En el vasto campo de las migraciones, la solicitud maternal de la Iglesia se realiza en diversas directrices. Por una parte, la que contempla las migraciones bajo el perfil dominante de la pobreza y de los sufrimientos, que con frecuencia produce dramas y tragedias. Aquí se concretan las operaciones de auxilio para resolver las numerosas emergencias, con generosa dedicación de grupos e individuos, asociaciones de voluntariado y movimientos, organizaciones parroquiales y diocesanas, en colaboración con todas las personas de buena voluntad. Pero, por otra parte, la Iglesia no deja de poner de manifiesto los aspectos positivos, las buenas posibilidades y los recursos que comportan las migraciones. Es aquí donde se incluyen las acciones de acogida que favorecen y acompañan una inserción integral de los emigrantes, solicitantes de asilo y refugiados en el nuevo contexto socio-cultural, sin olvidar la dimensión religiosa, esencial para la vida de cada persona. La Iglesia, por su misión confiada por el mismo Cristo, está llamada a prestar especial atención y cuidado a esta dimensión precisamente: ésta es su tarea más importante y específica. Por lo que concierne a los fieles cristianos provenientes de diversas zonas del mundo, el cuidado de la dimensión religiosa incluye también el diálogo ecuménico y la atención de las nuevas comunidades, mientras que por lo que se refiere a los fieles católicos se expresa, entre otras cosas, mediante la creación de nuevas estructuras pastorales y la valorización de los diversos ritos, hasta la plena participación en la vida de la comunidad eclesial local. La promoción humana está unida a la comunión espiritual, que abre el camino «a una auténtica y renovada conversión al Señor, único Salvador del mundo» (Carta ap. Porta fidei, 6). La Iglesia ofrece siempre un don precioso cuando lleva al encuentro con Cristo que abre a una esperanza estable y fiable.
Con respecto a los emigrantes y refugiados, la Iglesia y las diversas realidades que en ella se inspiran están llamadas a evitar el riesgo del mero asistencialismo, para favorecer la auténtica integración, en una sociedad donde todos y cada uno sean miembros activos y responsables del bienestar del otro, asegurando con generosidad aportaciones originales, con pleno derecho de ciudadanía y de participación en los mismos derechos y deberes. Aquellos que emigran llevan consigo sentimientos de confianza y de esperanza que animan y confortan en la búsqueda de mejores oportunidades de vida. Sin embargo, no buscan solamente una mejora de su condición económica, social o política. Es cierto que el viaje migratorio a menudo tiene su origen en el miedo, especialmente cuando las persecuciones y la violencia obligan a huir, con el trauma del abandono de los familiares y de los bienes que, en cierta medida, aseguraban la supervivencia. Sin embargo, el sufrimiento, la enorme pérdida y, a veces, una sensación de alienación frente a un futuro incierto no destruyen el sueño de reconstruir, con esperanza y valentía, la vida en un país extranjero. En verdad, los que emigran alimentan la esperanza de encontrar acogida, de obtener ayuda solidaria y de estar en contacto con personas que, comprendiendo las fatigas y la tragedia de su prójimo, y también reconociendo los valores y los recursos que aportan, estén dispuestos a compartir humanidad y recursos materiales con quien está necesitado y desfavorecido. Debemos reiterar, en efecto, que «la solidaridad universal, que es un hecho y un beneficio para todos, es también un deber» (Enc. Caritas in veritate, 43). Emigrantes y refugiados, junto a las dificultades, pueden experimentar también relaciones nuevas y acogedoras, que les alienten a contribuir al bienestar de los países de acogida con sus habilidades profesionales, su patrimonio socio-cultural y también, a menudo, con su testimonio de fe, que estimula a las comunidades de antigua tradición cristiana, anima a encontrar a Cristo e invita a conocer la Iglesia.
Es cierto que cada Estado tiene el derecho de regular los flujos migratorios y adoptar medidas políticas dictadas por las exigencias generales del bien común, pero siempre garantizando el respeto de la dignidad de toda persona humana. El derecho de la persona a emigrar - como recuerda la Constitución conciliar Gaudium et spes en el n. 65 - es uno de los derechos humanos fundamentales, facultando a cada uno a establecerse donde considere más oportuno para una mejor realización de sus capacidades y aspiraciones y de sus proyectos. Sin embargo, en el actual contexto socio-político, antes incluso que el derecho a emigrar, hay que reafirmar el derecho a no emigrar, es decir, a tener las condiciones para permanecer en la propia tierra, repitiendo con el Beato Juan Pablo II que «es un derecho primario del hombre vivir en su propia patria. Sin embargo, este derecho es efectivo sólo si se tienen constantemente bajo control los factores que impulsan a la emigración» (Discurso al IV Congreso mundial de las Migraciones, 1998). En efecto, actualmente vemos que muchas migraciones son el resultado de la precariedad económica, de la falta de bienes básicos, de desastres naturales, de guerras y de desórdenes sociales. En lugar de una peregrinación animada por la confianza, la fe y la esperanza, emigrar se convierte entonces en un «calvario» para la supervivencia, donde hombres y mujeres aparecen más como víctimas que como protagonistas y responsables de su migración. Así, mientras que hay emigrantes que alcanzan una buena posición y viven con dignidad, con una adecuada integración en el ámbito de acogida, son muchos los que viven en condiciones de marginalidad y, a veces, de explotación y privación de los derechos humanos fundamentales, o que adoptan conductas perjudiciales para la sociedad en la que viven. El camino de la integración incluye derechos y deberes, atención y cuidado a los emigrantes para que tengan una vida digna, pero también atención por parte de los emigrantes hacia los valores que ofrece la sociedad en la que se insertan.
En este sentido, no podemos olvidar la cuestión de la inmigración irregular, un asunto más acuciante en los casos en que se configura como tráfico y explotación de personas, con mayor riesgo para mujeres y niños. Estos crímenes han de ser decididamente condenados y castigados, mientras que una gestión regulada de los flujos migratorios, que no se reduzca al cierre hermético de las fronteras, al endurecimiento de las sanciones contra los irregulares y a la adopción de medidas que desalienten nuevos ingresos, podría al menos limitar para muchos emigrantes los peligros de caer víctimas del mencionado tráfico. En efecto, son muy necesarias intervenciones orgánicas y multilaterales en favor del desarrollo de los países de origen, medidas eficaces para erradicar la trata de personas, programas orgánicos de flujos de entrada legal, mayor disposición a considerar los casos individuales que requieran protección humanitaria además de asilo político. A las normativas adecuadas se debe asociar un paciente y constante trabajo de formación de la mentalidad y de las conciencias. En todo esto, es importante fortalecer y desarrollar las relaciones de entendimiento y de cooperación entre las realidades eclesiales e institucionales que están al servicio del desarrollo integral de la persona humana. Desde la óptica cristiana, el compromiso social y humanitario halla su fuerza en la fidelidad al Evangelio, siendo conscientes de que «el que sigue a Cristo, Hombre perfecto, se perfecciona cada vez más en su propia dignidad de hombre» (Gaudium et spes, 41).
Queridos hermanos emigrantes, que esta Jornada Mundial os ayude a renovar la confianza y la esperanza en el Señor que está siempre junto a nosotros. No perdáis la oportunidad de encontrarlo y reconocer su rostro en los gestos de bondad que recibís en vuestra peregrinación migratoria. Alegraos porque el Señor está cerca de vosotros y, con Él, podréis superar obstáculos y dificultades, aprovechando los testimonios de apertura y acogida que muchos os ofrecen. De hecho, «la vida es como un viaje por el mar de la historia, a menudo oscuro y borrascoso, un viaje en el que escudriñamos los astros que nos indican la ruta. Las verdaderas estrellas de nuestra vida son las personas que han sabido vivir rectamente. Ellas son luces de esperanza. Jesucristo es ciertamente la luz por antonomasia, el sol que brilla sobre todas las tinieblas de la historia. Pero para llegar hasta Él necesitamos también luces cercanas, personas que dan luz reflejando la luz de Cristo, ofreciendo así orientación para nuestra travesía» (Enc. Spe salvi, 49).
Encomiendo a cada uno de vosotros a la Bienaventurada Virgen María, signo de segura esperanza y de consolación, «estrella del camino», que con su maternal presencia está cerca de nosotros cada momento de la vida, y a todos imparto con afecto la Bendición Apostólica.

Ciudad del Vaticano, 12 de Octubre de 2012

BENEDICTO PP. XVI

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